Cuando en una plaza y otros espacios públicos de una gran ciudad o de una pequeña localidad, se instalan juegos infantiles, se está cumpliendo con uno de los derechos de todo niño.
A continuación te explicamos cuál es.
En sus ámbitos
El 20 de noviembre de1959, se firmó la Declaración de los Derechos del Niño en el contexto de las Naciones Unidas.
Y aunque ha pasado el tiempo, ese documento tiene una gran vigencia.
Por medio de él se busca, en uno de sus artículos, que los gobiernos y las familias fomenten el juego infantil dentro de sus ámbitos.
Una forma de hacerlo, por parte de municipios y ayuntamientos, es instalando juegos seguros y atractivos para los más chicos.
La energía
En algunos casos, la plaza es el único espacio que tiene un pequeño para liberar su energía.
También es un lugar para socializar, aprender reglas y respetar a los otros.
Todo ello se logra con la actividad lúdica.
Por eso, cada vez se insiste más en que los padres salgan de una actitud pasiva y fomenten el juego exterior junto con sus hijos.
Acercarse a una plaza es un buen hábito que todo chico rápidamente acepta.
Allí se siente en libertad, y puede disfrutar del sol y del aire.
Una plaza, o cualquier otro espacio público, es un lugar donde el niño se divierte, aprende y madura de forma paulatina, sin quemar etapas.
Además, quema calorías, genera endorfinas y pone en movimiento su cuerpo.